«Cuaresma. Comienza la antesala»

Como el cielo, algo «removío», se presenta un nuevo tiempo litúrgico tan esperado como siempre. Por antonomasia, la forma de expresión menciana más genuina y especial; todo en un corto pero intensísimo espacio de tiempo. La de dar sin pedir a cambio. La de ser. La de estar. Pero sobre todo, la de preparar y prepararse. La de querernos más si cabe.

Este bendito tiempo en el que contamos los días por marchas, por actos, por «llamás» de martillo, por tertulias, por recogimiento interior…
La Cuaresma aún no ha llegado y ya se está marchando… Cada segundo es una nota de pasión. Cada minuto un compás abierto de tambor. Cada hora un sentimiento que aflora, más y más por nuestras imágenes titulares.

El tiempo… que dicen que todo lo cura, hará que en estos días preparemos la pasión, muerte y resurrección de nuestro Señor como solo los mencianos y mencianas saben.

Un reloj que marca las horas de una antesala que vivimos en cofradía, en hermandad, y de corazón. Un corazón que late más fuerte que nunca. Disfrutemos de sus latidos.